SERVICIO HESTIA
HESTIA es un Servicio de Atención Diurna de baja exigencia que ofrece diferentes servicios y actividades para cubrir las necesidades básicas de las personas en situación de exclusión residencial grave.
Hestia nace en el año 2000 bajo el nombre de Topaleku. Actualmente es un servicio municipal gestionado por la Asociación Arrats desde septiembre de 2018.
SERVICIO HESTIA
HESTIA es un Servicio de Atención Diurna de baja exigencia que ofrece diferentes servicios y actividades para cubrir las necesidades básicas de las personas en situación de exclusión residencial grave.
Hestia nace en el año 2000 bajo el nombre de Topaleku. Actualmente es un servicio municipal gestionado por la Asociación Arrats desde septiembre de 2018.
El Servicio está ubicado en el Paseo de Ondarreta nº 26, tercer piso de Donostia. El local dispone de un aforo para 20 usuarios simultáneos.
Los años de experiencia en este servicio han puesto en evidencia que algunas personas fracasan al acceder a los diferentes dispositivos y recursos, creados paradójicamente para ellos. A partir de aquí, entendemos fundamental desarrollar un área de trabajo que se centre en aquellas personas que, por su elevado nivel de desestructuración personal y aislamiento social, rechazan sistemáticamente las alternativas de integración que existen. Con el objetivo de acercarnos a estas personas y motivarlas hacia el cambio, nos planteamos desarrollar el Servicio de Atención Diurna HESTIA.
Servicio de Atención Diurna HESTIA
El Servicio de Atención Diurna se contempla con una metodología fundamentada en tres líneas de acción, relacionadas y coordinadas entre sí:
- Trabajo de calle,
- La intervención en el centro de día
- Trabajo en espacios comunitarios;
Es un programa complementario y de necesaria coordinación con los Servicios Sociales Municipales y muy especialmente con el Servicio Municipal de Urgencias Sociales (SMUS) Gaueko (Servicio de Acogida Nocturna) y Centro Municipal de Acogida Social
Centro De Dia.
El centro de día es un lugar de encuentro. Un espacio de referencia en el que a través de la mediación, se favorece la relación entre las personas que convergen en el mismo. Ofrecemos un referente diurno alternativo a la calle, que propone otra forma de estar y de relacionarse, desde el respeto y la aceptación del otro, y a partir de esta relación apoyar y motivar procesos de cambio.
La atención a las personas sin hogar se ha centrado, tradicionalmente, en la satisfacción de las necesidades materiales, prestando escasa atención a las necesidades que se producen en el ámbito relacional y que tienen una estrecha relación con la situación de grave exclusión en la que se encuentran. Una debilidad del sector se relaciona con la escasa necesario generar espacios de relación y realizar una labor de escucha, donde la vinculación se configure como “motor” de inicio de procesos de cambio.
Se pretende propiciar relaciones y encuentros, no solo entre las personas que utilizan el recurso y los-as profesionales del mismo, sino con la comunidad en un sentido amplio, implicando a la ciudadanía en el proceso de recuperación de estas personas. Desde esta perspectiva relacional ofreceremos un espacio donde tiene cabida la participación ciudadana la cual, además de colaborar con la entidad, resultará un valioso instrumento de sensibilización. Así, la persona voluntaria será un elemento fundamental en la transmisión a la comunidad de la realidad de las personas en situación de exclusión social participando, a su vez, en la integración social de las mismas como ciudadanas de pleno derecho.
Trabajo de Calle
El trabajo de calle pretende un acercamiento a las personas que se encuentran y viven en las calles de Donostia, siendo nosotras las que nos acercamos a su espacio para, a través de la relación que se establece, favorecer el acceso a los recursos, actuando como puente entre estas personas y los distintos dispositivos de atención. Así, a través del trabajo de calle, serán los recursos los que traten de acudir al encuentro de las personas en situación de exclusión social y no viceversa, consiguiendo un primer acercamiento, fundamental para el proceso posterior, entendiendo que en aquellos casos especialmente graves, con un gran deterioro físico y/o psíquico y con un elevado nivel de vulnerabilidad en los que las personas no van a llegar por sí mismas a los recursos derivados, es necesario diseñar una atención más especializada.
El trabajo de calle está formado por un equipo de dos profesionales que desarrollarán las siguientes actividades: trabajo con el entorno, las salidas diarias, los acompañamientos individuales y salidas de urgencia.
Trabajo de Calle
El trabajo de calle pretende un acercamiento a las personas que se encuentran y viven en las calles de Donostia, siendo nosotras las que nos acercamos a su espacio para, a través de la relación que se establece, favorecer el acceso a los recursos, actuando como puente entre estas personas y los distintos dispositivos de atención. Así, a través del trabajo de calle, serán los recursos los que traten de acudir al encuentro de las personas en situación de exclusión social y no viceversa, consiguiendo un primer acercamiento, fundamental para el proceso posterior, entendiendo que en aquellos casos especialmente graves, con un gran deterioro físico y/o psíquico y con un elevado nivel de vulnerabilidad en los que las personas no van a llegar por sí mismas a los recursos derivados, es necesario diseñar una atención más especializada.
El trabajo de calle está formado por un equipo de dos profesionales que desarrollarán las siguientes actividades: trabajo con el entorno, las salidas diarias, los acompañamientos individuales y salidas de urgencia.
Trabajo en Espacios Comunitarios.
A través de este servicio se pretende complementar la intervención que ya se está realizando con estas personas creando unos espacios de promoción personal. La activación social propone el reconocimiento de otras actividades de utilidad social alternativas como vías válidas hacia la reinserción social.
Utilizamos la herramienta del ocio y la relación con el objetivo de potenciar su bienestar psicológico, a través de la integración social y participación en actividades normalizadas. Estas actividades, y su participación en el grupo, actúan como motor de cambio en la persona consiguiendo el inicio y/ o manteniendo procesos de mejora.
Aprovechando el tiempo de ocio se perseguirá involucrar a las personas usuarias en diferentes actividades y diferentes grupos y que, a través de éstas se produzcan espirales positivas que deriven en un aumento de la autoestima y la motivación. La experiencia demuestra que proponer espacios de participación de ocio motivante para las personas en situación de exclusión, creando un grupo con un objetivo común, es una herramienta muy poderosa para activar a personas que están estancadas.
El espacio comunitario se convierte, por lo tanto, en un lugar idóneo donde las personas puedan desarrollar de forma natural competencias individuales y sociales esenciales como son: trabajo en equipo, colaboración, organización… que van a mejorar su situación personal y su sociabilidad, aumentando la posibilidad de establecer relaciones positivas.
Estamos convencidos de que la interacción social puede promover respuestas solidarias por parte de la comunidad que pueden resultar muy positivas, tanto para las personas en situación de exclusión como para la propia comunidad, pudiendo dar lugar a un restablecimiento de redes sociales con efectos muy favorables. Por lo tanto, invitamos desde el programa a la participación social buscando sensibilizar a la sociedad y transmitir una visión en positivo sobre las personas en situación de sinhogarismo.
Trabajo en Espacios Comunitarios.
A través de este servicio se pretende complementar la intervención que ya se está realizando con estas personas creando unos espacios de promoción personal. La activación social propone el reconocimiento de otras actividades de utilidad social alternativas como vías válidas hacia la reinserción social.
Utilizamos la herramienta del ocio y la relación con el objetivo de potenciar su bienestar psicológico, a través de la integración social y participación en actividades normalizadas. Estas actividades, y su participación en el grupo, actúan como motor de cambio en la persona consiguiendo el inicio y/ o manteniendo procesos de mejora.
Aprovechando el tiempo de ocio se perseguirá involucrar a las personas usuarias en diferentes actividades y diferentes grupos y que, a través de éstas se produzcan espirales positivas que deriven en un aumento de la autoestima y la motivación. La experiencia demuestra que proponer espacios de participación de ocio motivante para las personas en situación de exclusión, creando un grupo con un objetivo común, es una herramienta muy poderosa para activar a personas que están estancadas.
El espacio comunitario se convierte, por lo tanto, en un lugar idóneo donde las personas puedan desarrollar de forma natural competencias individuales y sociales esenciales como son: trabajo en equipo, colaboración, organización… que van a mejorar su situación personal y su sociabilidad, aumentando la posibilidad de establecer relaciones positivas.
Estamos convencidos de que la interacción social puede promover respuestas solidarias por parte de la comunidad que pueden resultar muy positivas, tanto para las personas en situación de exclusión como para la propia comunidad, pudiendo dar lugar a un restablecimiento de redes sociales con efectos muy favorables. Por lo tanto, invitamos desde el programa a la participación social buscando sensibilizar a la sociedad y transmitir una visión en positivo sobre las personas en situación de sinhogarismo.