Se trata de un recurso único en el Estado para evitar una medida de internamiento más drástica. Los centros diurnos que ya funcionan están dirigidos al cumplimiento de medidas judiciales y el objetivo es reforzar ahora la prevención.
DIARIO VASCO AIENDE S. JIMÉNEZ SAN SEBASTIÁN.
El último informe elaborado por la Universidad del País Vasco por encargo de la Diputación de Gipuzkoa y del Ayuntamiento de Donostia, en el que se radiografiaba la situación de los servicios de protección infantil del territorio, estableció en sus conclusiones la necesidad de un cambio de modelo, en el que se pusiera enfásis en la atención temprana, esto es, que las intervenciones con las familias fuese lo antes posible y no cuando el problema de conducta fuera ya grave. El Departamento foral de Políticas Sociales afronta el reto y abrirá próximamente un centro de día especializado para adolescentes conflictivos en el que el objetivo será la prevención y la reeducación.
Se trata de un recurso único en el Estado. Los centros diurnos que existen actualmente están dirigidos al cumplimiento obligatorio de medidas judiciales en medios abiertos por parte de menores que han cometido algún tipo de delito. El centro de guipuzcoano, que abrirá sus puertas en los próximos meses, estará dirigido a la protección e intervención temprana con adolescentes con dificultades.
El objetivo fundamental será en este caso la prevención. El asesinato de dos ancianos en Otxarkoaga y la muerte de un vecino de Bilbao asaltado en plena calle, casos por los que varios menores han sido internados en el centro Ibaiondo de Zumarraga, han hecho saltar las alarmas sobre el aumento de la delincuencia juvenil en Euskadi por un lado y sobre las carencias que se dan en la detección temprana de casos especialmente graves por otro. Este nuevo centro pretende ser el remedio para muchos adolescentes que ya presentan problemas de conducta, de consumo de drogas o que incluso han empezado a delinquir a pequeña escala. El fin último será intervenir a tiempo, para evitar que en un futuro tengan que ser institucionalizados en un centro de menores del territorio.
Las cifras
- 34 centros de acogida
- para menores tutelados hay en Gipuzkoa, con 34 equipos educativos, que atienden un total de 301 menores.
- 46.775 euros
- cuesta mantener a un menor durante seis meses en un centro de la Diputación dirigido a adolescentes con problemas de conducta.
De alta intensidad
Esa intervención se realizará tanto con los menores como con sus familias, en aquellos casos que presenten dificultades notables, mediante un programa de alta intensidad en la interrupción de conductas negativas, en momentos en que se presentan únicamente factores de riesgo y no ya una situación instalada de desprotección.
Este nuevo espacio estará gestionado por Irse-Ebi, el instituto de reintegración social de Euskadi, que ya se encarga de la dirección de otros recursos para menores en Gipuzkoa, como son el Centro Iturrioz-Azpi, situado en Aia, y el centro Azpilikueta de Irun, donde ofrecen un servicio residencial permanente dirigido a adolescentes problemas de conducta. Ambos prestan atención las 24 horas del día, todos los días del año, y son dependientes de la Diputación de Gipuzkoa, como será el caso del centro de día. «Será un centro de baja exigencia, pero de altísima intensidad en interrupción», tal y como señalan fuentes del instituto gestor.
La Diputación suma de este modo un nuevo elemento a los recursos que el Departamento de Políticas Sociales dedica a la atención de menores. Actualmente Gipuzkoa cuenta con 34 centros de acogida para menores tutelados, que atienden a 301 menores que, por motivos muy diferentes, (problemas de conducta, adicciones, patología mental, conflictos con los padres) no pueden ser cuidados de forma adecuada por sus familias y deben abandonar su hogar. El ente foral parece decidido a abordar esas situaciones con anterioridad, y se embarca en la apertura de un centro pionero con el que espera poder reeducar y redirigir a jóvenes del territorio antes de que sea demasiado tarde, y acabar así con la percepción de que la intervención con adolescentes en ocasiones es demasiado tardía.
Es un paso adelante en la intervención temprana con jóvenes en el territorio CAMBIO DE MODELO
Intervenir a tiempo para evitar que jóvenes conflictivos acaben en un centro de menores EL OBJETIVO
En ese sentido, el informe de la UPV/EHU encargado por la Diputación destaca que «las atenciones con menores se inician y se desarrollan en momentos tardíos, cuando la situación de desprotección lleva ya tiempo instalada «y no en momentos más tempranos del desarrollo de las relaciones familiares cuando el pronóstico hubiera sido claramente más favorable».
No obstante, el estudio también reconoce el alto grado de cobertura de la red de atención al menor en Gipuzkoa, garantizada con una «importante dotación de recursos tanto humanos como económicos», que se traducen en el trabajo de 800 profesionales en los diferentes programas con un coste anual de 39 millones de euros. De ese montante, el 61% (24 millones) se destinan a la gestión de las 301 plazas de los centros de menores y al equipo técnico que se encarga de las mismas. Por tanto, el acogimiento de un menor durante seis meses en uno de esos centros cuesta a la Diputación 39.109 euros.
Esa cantidad asciende en el caso de que la intervención requiera de más apoyos. Una plaza en un centro para menores con problemas de conducta tiene un coste de 46.775 euros por seis meses, y aquellos internados por el programa intensivo suponen 71.891 euros por medio año. Por lo tanto, evitar que un buen número de adolescentes tengan que hacer uso de esos recursos también revertirá positivamente en las arcas forales.